Para muchos jugadores, la tensión de las cuerdas de tenis es un aspecto a menudo pasado por alto. Sin embargo, la tensión en la que un jugador encorda su raqueta puede tener un impacto significativo en el rendimiento general y la sensación de su raqueta de tenis.
Para empezar, la tensión de un encordado es la presión que se está aplicando a la cuerda cuando se tira a través de una máquina de encordar. Se mide en libras o kilos.
Podemos encordar de dos maneras, dejando la cuerda más “floja” (menor tensión) o más “apretada” (mayor tensión). En general una menor tensión, proporciona mayor potencia, y una tensión más alta proporcioná mayor control.
Con tensiones bajas el encordado es menos rígido y las cuerdas actúan como un trampolín, provocando un mayor efecto de rebote cuando la pelota entra en contacto con la cuerda. Esto genera mayor velocidad en los tiros. Además el sweet spot (punto óptimo de contacto) se agranda a medida que disminuye la tensión.
Por otro lado, una tensión más alta reducirá el efecto rebote, proporciona una superficie de golpe más estable y el punto óptimo de contacto se reduce, esto finalmente resulta en un mayor control.
Como recomendación general, te sugerimos probar varias tensiones para ver cual es la que adapta mejor a tu tipo de juego. El siguiente cuadro muestra algunas generalidades de como cambian las características del encordado según se le aplique mayor o menor tensión.
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